La recta final de una era inigualable - Tenisgoat

Pete Sampras, considerado por muchos como uno de los mejores tenistas de la historia, anunció el fin de su carrera a los 32 años. Federer, Nadal y Djokovic tienen 39, 34 y 33 respectivamente, y siguen jugando como tres quinceañeros. Hasta Julio de 2009, Pistol Pete era el máximo ganador de Grand Slams en la era abierta. Once años después, Roger, Rafa y Novak se encargaron de pulverizar ese registro. Cada vez que se hable de los mejores, la historia recitará de memoria los más de 17 años en que tres dioses del tenis coincidieron en actividad.


Los primeros años de la década del 2000 presenciaron los últimos tiempos dorados de Sampras y Agassi, abriéndose un hueco para el apogeo de dos jugadores que parecían ir de lleno por el número 1 del ATP: Lleyton Hewitt y Andy Roddick. El australiano lo consiguió en 2002 y al año siguiente Roddick le arrebató el trono. Sin embargo, desde el silencio, un joven Roger Federer comenzaba a robarse el protagonismo.


A 22 años desde que se hizo jugador profesional, el palmarés del suizo es descomunal: máximo ganador de Grand Slams, más tiempo siendo número 1 del mundo (310 semanas), máximo ganador de Wimbledon y más ganador del Torneo de Maestros. Dueño de una técnica y una calidad sin igual, cuenta además con la aprobación y simpatía de la mayoría del mundo del tenis. En julio de 2019 fue votado como mejor tenista de la historia por la revista Tennis World.


“Roger fue mi gran rival y eso nos benefició a ambos”, comentó hace unos días Rafa Nadal, amigo y principal rival del genio suizo, junto a quien forjó una de las rivalidades más competitivas que haya visto el mundo del deporte. Técnicamente, casi siempre estuvo un escalón por debajo de Roger, pero le sobran razones para estar a su altura: comparte el título de ser el tenista con más títulos de Grand Slams junto al propio Federer y es el máximo ganador por escándalo de Roland Garros con 13 coronas parisinas. Esto último posiciona al mallorquín, sin dudas, en el mejor tenista sobre polvo de ladrillo de la historia.


Como si no bastara que dos mega estrellas coincidieran en el tiempo, el otro lugar del podio del olimpo tiene nombre y apellido: Novak Djokovic. El serbio es el tercero en la lista de máximo ganadores de Grand Slams con 17, ha sido ocho veces campeón del Abierto de Australia y es el único jugador en la historia en ganar todos los Masters 1000. Además, cuenta con un registro único: es quien más veces enfrentó tanto a Federer como a Nadal -casi siempre en instancias decisivas-, estando por delante de ambos en el historial.


Es difícil tomar dimensión de la trascendencia que han tenido los tres. Somos contemporáneos a una generación única en la historia de este deporte. Testigos de una época inigualable que quema sus últimos cartuchos. Es triste pensar que algún día colgarán sus raquetas para siempre, y llegado el momento podremos decir con orgullo: “Vivimos en la época de Federer, Nadal y Djokovic. Vivimos en la época de los tres dioses que dominaron el mundo del tenis”.

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